sábado, 10 de mayo de 2008

AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS










"Imagenes de la muñeca Blythe, del blog de PIPOP"

Es curioso cómo pasan los años y lo diferentes que son los juguetes con los que jugabamos de pequeños, en comparación con los que juegan ahora los niños.

Recuerdo aquella pequeña cocina que me echaron los Reyes Magos, con aquel botón que al girarlo se encendía una pequeña lucecita roja y se encendían las placas para poder "cocinar". Ni sé las horas que me pasaba encendiendo y apagando... aquello era todo un mundo.

Ahora las cosas han cambiado, las muñecas de trapo han dado paso a muñecas que hoy en día, hasta los no tan niños coleccionan.

Quién fuera niña ahora para poder tener una Bratz o una muñeca Blythe!!.

Mi generación fue sin lugar a dudas la de la Barbie. Aunque realmente... ¿alguna vez han dejado de estar de moda? Que si la casita, que si el traje de boda, que si el de ir a trabajar... y como nunca Melchor me llegó a echar el coche, yo la montaba en un pequeño patinete de plástico amarillo. Sí es cierto que la imaginación de ahora no es ni de coña la de antes.

Estaban también los Pin y Pon aunque yo nunca fui una fan de ellos. Creo de hecho que no llegué a tener ninguno.

Mi infancia estuvo en su mayor parte ocupada con la Barbie, y con esa cabeza tan estupenda que la podías maquillar y peinar (hasta que al final le corté el pelo, ¿quién se ha podido resistir a cortar el pelo a una muñeca??). La Señorita Pepis fue un juego mítico. Sin lugar a dudas.

Los tacones de mi madre y de mi abuela. Uff qué tiempos. Aquella pizarra que estaba pegada en practicamente toda la pared de mi cuarto, con mis miles de tizas de colores... El Escalextric de mis hermanos en el que yo montaba a mi Barbie con el traje de camuflaje de algún muñeco de mi hermano Andrés.... La imaginación era inagotable.

Aquellas mañanas en las que mi abuela me sacaba dos lentejas, cuatro alubias y aquel peso tan estupendo, y yo me convertía en la vendedora. ¿Quién no de pequeña deseó ser vendedora para poder abrir y cerrar la caja registradora?

La televisión también cambió. Los niños ya no pueden volver a casa después del colegio y ver los dibujos. Salvo que contraten cadenas privadas. Willy Fog o los Snorkels, Barrio Sesamo, Heidi, Los Fruitis, Los Diminutos, Candy Candy... aquellos libros de Esther que todavía los guardo como oro en paño...

Ahora donde hay miles de cosas para niños es en internet. No hace mucho tiempo, en Madrid mi prima Ana me enseñó una página divina.

www.games2girls.com

Hay infinidad de juegos, puedes decorar tu casa, tu baño, puedes vestir a maniquís... os aconsejo que en el menú principal pincheis en "fashion games". Podréis vestir de mil maneras a la muñeca. Yo reconozco que al volver a Pamplona me sigo metiendo de vez en cuando jajajaja. Aysss.

Ahora la auténtica revolución son entre otras, las Bratz. A mí sinceramente me encantan. En concreto una versión pequeñita que son una pasada. De hecho la última vez que estuve con mi prima, le pedí que me regalara una para llevarla en el coche!! jajajaja.

Las muñecas Blythe ya no son para niñas. Son una auténtica revolución. Las puedes costumizar, cambiar los ojos y ya hay mucha gente que hace delicias con su vestuario.

En fin, aquellos maravillosos tiempos.

4 comentarios:

Beatriz dijo...

Mi muñeca fue la Nancy. Y desde hace un par de años, aquí está de nuevo conmigo. Esto me recuerda que tengo que comprarle un vestidito para el verano, que el año pasado al final, pasó con el abrigo :p

Lola dijo...

La Nancy, otra muñeca reliquia reliquia. Hablando de ropa para las muñecas, yo tengo muchíiiiisimas fotos de pequeña con una muñeca que no tenía ropa y con un agujero enorme en la tripa jajajaja. Eso sí, debía de estar todo el día con ella, porque salgo en todas las fotos inseparables.
Yo lo único que he conseguido conservar es la Barbie, con sospechosamente demasiados pocos vestidos.... mi madre me lo sigue negando.. pero estoy convencida de que los fue regalando... jejejeje

Unknown dijo...

Yo nunca jugué con muñecas! lo mío eran los peluches :) Aún así, recuerdo que me gustaban las barriguitas :))

ve dijo...

No hace falta ser niña para tener una blythe. De hecho, lo único que necesitas es dinero. La mayoría de las dueñas de estas muñecas son adultas dado que su precio las ha convertido más en un objeto de coleccionismo que en un juguete. Yo misma tengo dos blythe petite (la versión económica). Mi pequeño capricho antiedad!